CUMPLIR EL CASTIGO GANA CREDIBILIDAD
Si un joven ve a un padre que no cumple o altera las consecuencias de una acción negativa, inmediatamente este padre o madre pierde credibilidad y se debilita este sistema. De nada vale castigar a un niño con un método agresivo y luego darle un regalo por la culpa que embarga al padre o madre agresora. En esos casos, estamos creando confusión, premiando lo incorrecto y transmitiendo un doble mensaje de que quien te pega te quiere, lo cual es absolutamente negativo.
Si desde temprana edad nos acostumbramos a comunicarnos con nuestros hijos y hacerlos responsables de su conducta con un conocimiento claro de las consecuencias de las mismas, al llegar la etapa de la adolescencia, que en ocasiones se torna difícil, será más viable modificar las reglas en función de la edad.
El adolescente que es confrontado, descalificado y tratado de forma agresiva no dará ninguna respuesta positiva, y creará como mecanismo la rebeldía y un oposicionismo desafiante ante la autoridad, a modo de sobrevivir a un entorno hostil.
Es necesario tener claro que la adolescencia es una etapa de formación de la personalidad, donde afloran varios rasgos propios y requiere mucha observación, orientacion y afecto.
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