La corrupción policial amenaza derechos RD
Informe EEUU recalca violencia y discriminación
Washington. La corrupción de las fuerzas de seguridad es el gran mal compartido que amenaza el respeto a los Derechos Humanos en la República Dominicana y Haití, según un informe del Gobierno de Estados Unidos.
El documento, que analiza cada año la situación de los Derechos Humanos en el mundo, resume el estado de la cuestión en ambos países y vuelve a denunciar el lastre de la corrupción institucional.
En el caso de la República Dominicana, el informe denuncia la corrupción de la policía y sus prácticas, desde asesinatos a casos de tortura, la discriminación y violencia contra las mujeres y los inmigrantes haitianos, y la negación de los derechos de sus descendientes nacidos en el país.
Concretamente, las fuerzas de seguridad estuvieron "implicadas en muchos asesinatos injustificados y fuera de la ley", y "en excesos en el uso de la fuerza", aunque se registró un centenar de muertes de este tipo menos que el año anterior, al pasar de 455 a 346 personas.
Además, aunque algunos observadores coinciden en la "mejoría de las condiciones de entrenamiento profesional" de los agentes, continúa el "abuso físico de detenidos", sobre todo, mediante palizas.
Otras violaciones a los Derechos Humanos son las condiciones inhumanas y de violencia que se viven en las prisiones, donde, pese a la creación de más cárceles, siguen saturadas. EFE
Washington. La corrupción de las fuerzas de seguridad es el gran mal compartido que amenaza el respeto a los Derechos Humanos en la República Dominicana y Haití, según un informe del Gobierno de Estados Unidos.
El documento, que analiza cada año la situación de los Derechos Humanos en el mundo, resume el estado de la cuestión en ambos países y vuelve a denunciar el lastre de la corrupción institucional.
En el caso de la República Dominicana, el informe denuncia la corrupción de la policía y sus prácticas, desde asesinatos a casos de tortura, la discriminación y violencia contra las mujeres y los inmigrantes haitianos, y la negación de los derechos de sus descendientes nacidos en el país.
Concretamente, las fuerzas de seguridad estuvieron "implicadas en muchos asesinatos injustificados y fuera de la ley", y "en excesos en el uso de la fuerza", aunque se registró un centenar de muertes de este tipo menos que el año anterior, al pasar de 455 a 346 personas.
Además, aunque algunos observadores coinciden en la "mejoría de las condiciones de entrenamiento profesional" de los agentes, continúa el "abuso físico de detenidos", sobre todo, mediante palizas.
Otras violaciones a los Derechos Humanos son las condiciones inhumanas y de violencia que se viven en las prisiones, donde, pese a la creación de más cárceles, siguen saturadas. EFE
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