No esperes agradecimientos
No espere que la gente se muestre agradecida de por vida, si lo hacen una vez, es suficiente: lo normal es que nunca lo hagan.
Ahora cuando alguien te haga algún daño, búscalo en la lista de las personas que han recibido algo de ti o tú has favorecido.
A nosotros solo nos queda hacer bien a todos sin esperar recompensa. Es muy pretencioso esperar el eterno agradecimiento de los demás. Cuando esperamos gratitud, estamos confesando algo de egoismo, pues si realmente damos de corazón, llega el momento en que olvidamos lo que hemos dado y no esperamos nada a cambio. El interés tiene mucha memoria, cuando damos interesadamente nunca olvidamos lo que hemos hecho por los demás y en algún momento vamos a pasar la factura. Pero el amor no pasa factura.
Los funiconarios públicos,tanto designados como por elección, piensan que los ciudadanos les tienen que agradecer cuando ejecutan una obra o hacen alguna labor social.
Algunos son tan osados, que muchas veces dicen en frente de sus allegados, "este pueblo no agradece", pero lo que nunca se han detenido a pensar es, que los agradecidos deben ser ellos, porque los ciudadanos los llevan a los puestos para servir y les pagan un salario, le cambian su forma de vida, le garantizan seguridad, bienestar para ellos y sus familiares y, les dan la confianza de administrar los recursos del pueblo.
Enotonces, no se debe esperar que la gente siempre agradezca tus acciones, los favores y las ayudas; al contrario, si se está en condiciones ventajosas sobre los demás, la mejor sastifacción estará cuando se pueda decir, "He cumplido con lo que me encomendaron".
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