Protestan en Costa Rica contra proyecto minero que implica tala de árboles
SAN JOSE, COSTA RICA(AFP) .- Varios cientos de personas protestaron este lunes ante el Ministerio del Ambiente en la capital costarricense contra la decisión del gobierno de autorizar la explotación de una mina de oro que implicaría cortar miles de árboles, constató un periodista de la AFP.
"Sí a la vida, no a la minería", "Crecimiento con destrucción no es la solución", proclamaban algunos de los carteles y mantas exhibidos por los manifestantes, entre los que se hallaba una delegación de los indígenas bribri, de Talamanca, en el Caribe.
Algunas personas sostenían carteles con las fotografías del presidente Oscar Arias y del ministro del Ambiente, Roberto Dobles, acompañadas de un letrero que decía: "Se buscan... criminales ecológicos".
Hace diez días, Arias y Robles dictaron un decreto que declara de "interés nacional" la explotación de una mina de oro en Las Crucitas de San Carlos, a unos 3 km de la frontera con
Nicaragua, por parte de la empresa Industria Infinito S.A., de capital canadiense.
Este proyecto supone la tala de un bosque de 262 hectáreas, donde habitan numerosas especies animales y vegetales, incluidas algunas en peligro de extinción.
Tras la emisión del decreto, la empresa comenzó a cortar los árboles hasta que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ordenó detener la tala mientras resuelve el recurso de amparo interpuesto por un residente de la zona.
Días después, la Fiscalía abrió una investigación por posible prevaricato en contra del presidente y el ministro por dictar tal decreto.
"Este fue un decreto de medianoche para lanzar una agresión salvaje contra la naturaleza, este gobierno está poniendo en subasta nuestros recursos naturales", dijo a AFP el diputado opositor José Merino, que se hallaba entre los manifestantes.
Según el legislador, la empresa planea extraer unos 1.000 millones de dólares en oro de la mina y el Estado costarricense sólo recibirá un 2% de ese dinero, lo que calificó como un robo "al estilo de los tiempos de Cristóbal Colón".
"Sí a la vida, no a la minería", "Crecimiento con destrucción no es la solución", proclamaban algunos de los carteles y mantas exhibidos por los manifestantes, entre los que se hallaba una delegación de los indígenas bribri, de Talamanca, en el Caribe.
Algunas personas sostenían carteles con las fotografías del presidente Oscar Arias y del ministro del Ambiente, Roberto Dobles, acompañadas de un letrero que decía: "Se buscan... criminales ecológicos".
Hace diez días, Arias y Robles dictaron un decreto que declara de "interés nacional" la explotación de una mina de oro en Las Crucitas de San Carlos, a unos 3 km de la frontera con
Nicaragua, por parte de la empresa Industria Infinito S.A., de capital canadiense.
Este proyecto supone la tala de un bosque de 262 hectáreas, donde habitan numerosas especies animales y vegetales, incluidas algunas en peligro de extinción.
Tras la emisión del decreto, la empresa comenzó a cortar los árboles hasta que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ordenó detener la tala mientras resuelve el recurso de amparo interpuesto por un residente de la zona.
Días después, la Fiscalía abrió una investigación por posible prevaricato en contra del presidente y el ministro por dictar tal decreto.
"Este fue un decreto de medianoche para lanzar una agresión salvaje contra la naturaleza, este gobierno está poniendo en subasta nuestros recursos naturales", dijo a AFP el diputado opositor José Merino, que se hallaba entre los manifestantes.
Según el legislador, la empresa planea extraer unos 1.000 millones de dólares en oro de la mina y el Estado costarricense sólo recibirá un 2% de ese dinero, lo que calificó como un robo "al estilo de los tiempos de Cristóbal Colón".
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